Por José Luis Reyes y Armando Soto.
La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en México, Lina Pohl Alfaro, es contundente: “O respetamos los límites de la naturaleza o las consecuencias del cambio climático serán peores” y añade: “El impacto a la agricultura y a la producción de alimentos ya es directo”.
En entrevista con Acustik Rural, la funcionaria agregó que en México ya estamos viviendo los cambios provocados por el aumento global de la temperatura, por ejemplo, dijo, hay desórdenes en los regímenes de lluvias; a veces hay inundaciones catastróficas repentinas o sequías muy intensas y prolongadas.
Al respecto añadió que en muchas regiones agropecuarias de México aparte de no disponer de agua tampoco se cuenta con adecuados sistemas de riego, por lo que, resaltó, “no hay planta ni semilla que resista una sequía prolongada”.
Dijo que el estrés hídrico ya lo estamos enfrentando en el norte del país, en Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas, donde ya es notable la falta de agua para el consumo humano y también para las actividades agrícolas y ganaderas.
Lina Pohl Alfaro dijo que de continuar los efectos del cambio climático el cultivo de café en México podría desaparecer, debido a que altera el ecosistema de las regiones cafetaleras, y las ondas de calor al igual que las inundaciones destruirían enormes extensiones de cultivo.
La representante de la FAO en México dijo que es indispensable cambiar la forma de hacer agricultura en todo el planeta, por ello, dijo, hay que trabajar en temas como restauración de suelos agrícolas, eliminación de fórmulas químicas en fertilización y control de plagas y enfermedades, además de contar con sistemas de riego más eficientes y que usen poca agua, entre otras medidas.
Lina Pohl Alfaro advirtió que otro tema pendiente para enfrentar los efectos del cambio climático es acabar con el desperdicio de alimentos en el mundo.
Dijo que esta práctica, además de afectar directamente a las personas que padecen hambre en todo el planeta, también es una de las causas de que los gases de efecto invernadero estén aumentando.
