Por José Luis Reyes y Armando Soto.

A partir del ya lejano 2001, la región de San Salvador Atenco, ubicada en la cuenca del lago de Texcoco, saltó a la fama, luego de que el expresidente Vicente Fox anunciara la construcción de un nuevo Aeropuerto Internacional para la Ciudad de México.

En aquel entonces se ordenó la expropiación de cinco mil 400 hectáreas en perjuicio de trece comunidades de los municipios de Chimalhuacán, Texcoco y San Salvador Atenco, en donde se pretendía llevar a cabo la nueva obra aeroportuaria.

A raíz de aquel anuncio varias comunidades de Atenco decidieron agruparse en el Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra, para de esta forma enfrentar la decisión presidencial, que consideraban totalmente inviable.

Luego de poco más de 20 años en lucha, en la que consiguieron el objetivo de detener esa obra, el FPUDT aún continúa vigente, sólo que ahora ya tiene otros objetivos sociales y económicos; uno de los cuales es incrementar la productividad agrícola, tomando en cuenta que esa región es productora de maíz y otros productos, incluso desde antes de la llegada de los españoles en el siglo XV.

Es por ello que el gobierno federal tomó la decisión de apoyar a los habitantes de cinco comunidades de ese municipio: Atenco, Acuexcomac, Francisco I. Madero, Ixtapan y Nexquipayac con el programa denominado “Manos a la Cuenca Atenco”, que consiste en la siembra de entre 300 y 500 hectáreas de dos variedades de maíz, así lo anunció el doctor Juan Antonio Villanueva Jiménez, Director General del Colegio de Postgraduados, COLPOS.

En entrevista con Acustik Rural precisó que se trata de las variedades híbridas ”Promesa” y “HS2”, ambas desarrolladas por investigadores del COLPOS y adaptadas a la región de los Valles Altos, en donde está Atenco, ya que son resistentes a la salinidad existente en esa región del antiguo lago de Texcoco.

Villanueva Jiménez señaló que la primera etapa de este programa contempla la participación de al menos 59 productores, a quienes se les proporcionará semilla de los maíces mencionados, que, por cierto, tienen parecido con las variedades de maíz nativo que se cultivan en esa zona, para posteriormente, en una siguiente etapa, incorporar a otras dos comunidades que están solicitando participar.

Al abundar al respecto, el titular del COLPOS afirmó que también se contempla incorporar otras variedades de maíz criollo, así como cultivos de traspatio, por ejemplo, hortalizas o frutales que puedan comercializar.

También expresó que algunos maíces cultivados en esa región tienen rendimientos por debajo de una tonelada por hectárea, mientras que “Promesa” y “HS2” podrían alcanzar las 3.5 toneladas por hectárea en suelos salitrosos.

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