La participación de las mujeres en el sector primario mexicano ha ido en aumento en las últimas décadas. A la par de su incursión en múltiples actividades que estaban destinadas a los hombres, su presencia en el campo, la ganadería, pesca, acuacultura y agroindustria es visible, fuerte e insustituible.


Desde salir a preparar la tierra, barbechar, arar, deshierbar, cosechar, pescar, almacenar y comercializar, hasta ser directivas o dueñas de unidades de producción, diputadas, presidentas municipales o funcionarias del sector a nivel federal o estatal, como el caso de Puebla al frente de la SDR o SEDAGRO en Morelos, las mujeres son el pilar de nuestro sector.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, más de 992 mil mujeres trabajan en el sector primario, de las cuales, 83.9 por ciento lo hace en la agricultura, 13.3 por ciento en ganadería, 1.1 por ciento en pesca y 1.7 por ciento en otras actividades.
Por estados, el mayor porcentaje de las mujeres en las actividades primarias se ubica en Oaxaca y Puebla, pero destacan también Chiapas, Veracruz, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Sonora y Estado de México.

Las cifras destacan también que el 64 por ciento de las mujeres rurales tienen entre 14 y 64 años, 27.1 por ciento, de 0 a 13 años, lo que marca también el relevo generacional, en tanto que, poco más de la mitad de ellas (51.4 por ciento), son población hablante de lengua indígena.


Al igual que el resto de las mujeres, la mayor parte del sector rural (96.7 por ciento) también realiza otra actividad además de su trabajo en el campo, ya sean quehaceres domésticos, cuidado de otras personas, acarreo de leña y agua o asisten a la escuela.


En mi alma mater Chapingo, escuela agronómica por excelencia, el 50 por ciento de la matrícula es de mujeres, mientras que en 1981 era tan sólo del 9 por ciento, lo que refleja un futuro promisorio de su participación en el sector.


• Agricultura mexicana, en la cooperación internacional


Ante el actual contexto internacional de incertidumbre por el conflicto sociopolítico en Europa del Este, merece un reconocimiento el trabajo que realiza la Secretaría de Agricultura por fortalecer la cooperación internacional en proyectos productivos de impacto económico y social en zonas rurales del país.


La semana pasada, la dependencia organizó reuniones con representantes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en las que se acordó también desarrollar proyectos de mitigación y adaptación de la agricultura al cambio climático, vinculación con productores de pequeña escala y mujeres productoras de comunidades indígenas y zonas vulnerables, lo que beneficiará la productividad, el dinamismo económico y, sobre todo, los ingresos de las familias rurales en esta etapa coyuntural.


LUIS P. CUANALO

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here