Los drones, conocidos formalmente como vehículos aéreos no tripulados (UAV) o también Sistemas de aviones no tripulados (UAS), se crearon con fines bélicos, además de participar en misiones consideradas altamente peligrosas para el ser humano.
Sin embargo, el uso de estos dispositivos en aplicaciones científicas, comerciales y recreativas comenzó a expandirse a una velocidad vertiginosa por el mundo y el campo no ha sido la excepción.
Así, los drones permiten realizar el mapeo de los campos, aplicar fertilizantes, detectar plagas y malas hierbas o inventarios de terrenos de cultivo, entre otras funciones, lo que permite tomar decisiones oportunas y fortalecer la productividad del sector.
En estados como Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Guanajuato, Veracruz, Morelos y Durango los están usando, y si bien lo hacen de manera aislada, han obtenido resultados positivos, ya que han logrado con menor tiempo, dinero y esfuerzo, hacer producir al campo mexicano y volverlo más competitivo.
Grupos de empresarios le apuestan al futuro de la agricultura, ya no solo usando los drones, también bajo la figura de los Sistemas Alimentarios Inteligentes (SAI) y tecnología afín, que en los próximos años será una herramienta importante para ser considerada por los gobiernos federal y de los estados y, de esta manera, fortalecer nuestro sistema agroalimentario.
• Compras consolidadas, alternativa ante altos costos de los fertilizantes
En diciembre del año pasado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en coordinación con el gobierno de Veracruz y la Asociación Nacional de Comercializadores de Fertilizantes (Anacofer), realizó la primera edición de ExpoFertilizantes, un espacio que ofreció capacitación en el manejo del insumo y los suelos, asesoría para acceder a financiamiento y promovió las compras consolidadas para quienes no son beneficiarios del programa Fertilizantes para el Bienestar.
Fue un buen ejemplo de trabajo conjunto entre iniciativa privada, gobierno y productores, para garantizar el acceso a este insumo de forma competitiva y que hoy en día se vuelve fundamental, ante el contexto geopolítico que vive el mundo.
Y es que, México importa urea de Europa del Este, hoy en conflicto bélico, la cual ha triplicado su precio, por lo que se deben buscar alternativas y una de ellas es la compra consolidada, que permite mejorar costos y logística para la importación de fertilizante y esto se logrará sólo con la coordinación entre empresas, productores, organizaciones y gobierno.
Esperemos que este año tengamos una nueva edición de ExpoFertilizantes en otra entidad del país, en este objetivo de fortalecer la productividad del campo mexicano, bajo una estrategia de coordinación interinstitucional y alianza público-privada.
Se trata de un camino que siembra un precedente para otros sectores, pues trabajar de manera aislada difícilmente permitirá alcanzar resultados.
LUIS P. CUANALO
