Por José Luis Reyes y Armando Soto.

SIR significa Sustentable, Incluyente y Rentable, e implica una serie de estrategias que se ponen a disposición de los agricultores de todas las regiones del país para que tengan cultivos más rentables y gasten menos en la producción de alimentos, así lo dijo el ingeniero Erik Gordillo Enamorado, productor y consultor agrícola.

En entrevista con Acustik Rural agregó que es sustentable porque promueve el uso de bioinsumos para llevar a cabo la actividad agrícola, es decir, reconoce que el elemento más importante en esta actividad es contar con un suelo sano y para ello se utilizan productos amigables con el ambiente, con los que se elaboran fertilizantes, insecticidas, herbicidas y plaguicidas naturales, en lugar del empleo de productos químicos.

Ello implica utilizar productos propios de la región para elaborar compostas, lombricompostas, bocashis y otros productos que le devuelven fertilidad al suelo agrícola y evitan su degradación, además propician el sano desarrollo de la planta y combaten plagas y enfermedades.

Erik Gordillo explicó que es incluyente porque en el modelo SIR pueden participar micro, pequeños, medianos y grandes productores de cualquier región de la República Mexicana, además aprovecha los saberes de los campesinos para generar esquemas de intercambio de conocimientos entre ellos y los que brindan la capacitación.

Para ello se crearon las Escuelas Campesinas; se trata de parcelas en donde no sólo se socializa el conocimiento teórico, también se ponen en práctica diferentes técnicas para mejorar la producción agrícola, en beneficio de todos los participantes.

Además, agregó, el modelo SIR incluye toda clase de cultivos, tanto a cielo abierto como en agricultura protegida, dependiendo de la región en donde se lleve a cabo y la disponibilidad de recursos existentes, y aplica para maíz, hortalizas, frutas, café o tuna, entre muchos otros.

El modelo es rentable, porque a través del uso de bioinsumos para fertilizar, retirar malezas y combatir plagas y enfermedades se logran ahorros para el agricultor que pueden ser de hasta el 20 por ciento, lo que resulta importante tomando en cuenta que los fertilizantes químicos han aumentado de precio hasta en 140 por ciento en el último año.

También es rentable cuando a través del uso del modelo SIR aumenta el rendimiento por hectárea, dependiendo del cultivo y la región en donde se tenga la unidad de producción.

Por último Erik Gordillo aseguró que SIR también propicia circuitos cortos de comercialización, en los que el productor tiene contacto directo con el consumidor, evitando la intermediación, además de que gracias a las Buenas Prácticas de Producción Agrícola y otras medidas de bioseguridad se pueda contar pronto con un certificado de producción orgánico, avalado por la autoridad y por el cual el consumidor pagará un precio más justo para el productor.

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