Durante 2022, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural rechazó la entrada a territorio nacional de dos mil 665 embarques que no cumplieron los requisitos sanitarios de importación.

Lo anterior evitó el ingreso de 191 plagas de importancia cuarentenaria que significaban un riesgo para el patrimonio agroalimentario del país.

Estas medidas forman parte de las labores que lleva a cabo el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para garantizar la sanidad de los alimentos que se consumen en México y proteger el sustento de productores de pequeña y mediana escala, detalló la dependencia.

Para ejecutar estas acciones, mil 609 oficiales de la Dirección General de Inspección Fitozoosanitaria (DGIF) del Senasica inspeccionaron más de 45 millones toneladas de mercancías en 436 puertos, aeropuertos, garitas fronterizas y puntos carreteros estratégicos, en donde verificaron documental y físicamente que los embarques fueran seguros.

El personal oficial permitió el ingreso de 43 millones de toneladas de productos agroalimentarios provenientes de más de 100 países, las cuales cumplieron los requisitos específicos, señaló Agricultura.

Las principales mercancías que se importaron corresponden a alimentos de la canasta básica como maíz, trigo y frijol, así como productos cárnicos, acuícolas y pesqueros.

 Alrededor de 90 por ciento del volumen importado ingresó por diez Oficinas de Inspección de Sanidad Agropecuaria (OISA) que coordina el Senasica, de las cuales destacan las de Nuevo Laredo, Tamaulipas con 21 por ciento del total; Colombia, Nuevo León, con 15; Reynosa, Tamaulipas, 14, y Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California, con nueve por ciento cada una.

La dependencia federal subrayó que las importaciones de alimentos a México sólo pueden provenir de países autorizados, que cumplen los requisitos sanitarios para ingresar sus mercancías a México.

Precisó que las direcciones generales de Sanidad Vegetal y de Salud Animal establecen los requisitos para la importación de alimentos con criterios basados en ciencia, los cuales emanan del análisis de riesgo que sus técnicos realizan sobre cada producto, dependiendo del estatus sanitario del país de origen.

Las evaluaciones de riesgo y las medidas de mitigación de riesgo se basan en el cumplimiento de la normativa nacional, así como de las recomendaciones de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

 Con el objetivo de facilitar el intercambio seguro de mercancías agropecuarias, acuícolas y pesqueras y, al mismo tiempo, garantizar el abasto de alimentos en el país, en los últimos meses el Senasica ha trabajado propuestas de actualización, las cuales tienen como principal eje que se cumplan puntualmente las medidas sanitarias y de inocuidad para proteger la producción de alimentos en México.

Con información de la Sader.

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