A pesar de que fue un compromiso al inicio de su gobierno el legalizar plantíos de mariguana y amapola para pacificar al país y ayudar a la subsistencia de campesinos pobres, aún no se ha alcanzado un acuerdo en la materia, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

 Durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional, apuntó que, a pesar de haber proyectos para su industrialización, “todavía “no puede irse por ese camino, pues se debe avanzar poco a poco en este tema, ya que hay distorsiones y se está analizando lo más conviene”, afirmó.

El jefe del ejecutivo federal, agregó, que hay “un equipo interdisciplinario” de su administración que atiende la posibilidad de permitir el uso de drogas no destructivas o con efectos leves, pero resaltó que “no hemos alcanzado un acuerdo”.

 Recalcó que no quiere, en primer lugar, que haya “más incremento de consumo de drogas para la juventud” y desea que los jóvenes tengan oportunidad de ser felices de otra forma y, en segundo término, dijo que por el mercado de las drogas en México “hay mucha violencia, el 75% de los homicidios tienen que ver con este comercio (de las drogas)”, explicó, al recalcar que no es lo deseable.

Mientras tanto, la presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, afirmó que el Senado de la República construye un modelo para la regulación de cannabis, que no sólo eliminará el enfoque prohibicionista que incrementó la violencia en nuestro país, sino que permitirá garantizar la seguridad y el control en el consumo de la planta.

Desde el punto de vista económico, dijo, que es importante impulsar las cadenas de valor de la planta, con productos como el cáñamo.

“Vencer los obstáculos formalistas del pasado no es tarea sencilla, pero tengo la plena confianza de que en esta Legislatura lo podemos lograr, para regular e implementar medidas de consumo a conductas que se practican desde hace muchos años, y abrir nuevos mercados económicos que permitan a nuestro país crecer”, expresó.

En el foro “La regulación del cannabis y las oportunidades para el desarrollo de una industria de cáñamo en México”, Sánchez Cordero refirió que el uso lúdico del cannabis es sólo una pequeñísima parte del potencial que tiene la planta; por ello es importante reflexionar sobre los otros beneficios que traería aparejada su reglamentación.

“Continuaremos sembrando conciencia en nuestra población, en donde no hay cabida para políticas prohibicionistas; somos el México de las libertades y el pueblo es consciente de ello”, expresó.

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